Por: Claudia Foster.
“El grado y la naturaleza de la sexualidad de un hombre se manifiesta hasta en las cúspides más elevadas de su espíritu”
Nietzche.
Estoy de acuerdo en que el arte es el medio del cual se valen los seres humanos para dar sentimientos y emociones al espectador, pero para que valgan, deben de experimentarse como propios. El artista tiene una gran responsabilidad social ya que esta comprometido en todos los aspectos pero sobre todo con su tiempo. También considero que tiene un sentido y una finalidad hacia sí mismo y el artista es alguien que tiene la obligación de perfeccionarse. El juego también es una forma de conducta exploratoria que permite a los humanos ensayar respuestas y posiblemente útiles en un contexto protegido y controlado.
Para una bailarina la danza es lo que visualmente le representa, su misión es entretener a la audiencia, transmitir lo que siente y desplegar ahí sus emociones. Es en este último punto donde se podría decir que psicoanalíticamente hablando, el arte sublima. Descarga pulsiones de vida inherentes al ser humano, es también un modo de creatividad del sujeto, y esta surge de la castración, de la falta. La genialidad de Bach por ejemplo tuvo que haber tenido algún motivo de inhibición, síntoma o angustia. No hay duda de que las grandes obras del hombre han sido gracias a la sublimación (que significa elevar en alto). Cada uno de los artistas, trata de llenar ese vacío carente de significantes por sonidos, movimientos, colores, etc. “Por lo que podemos decir que la represión según Freud también posibilita la cultura” (1). “Y en esta sublimación, como por ejemplo en un músico, es necesario comprometer al cuerpo para que ésta energía llegue a su meta” (2). La curiosidad infantil por el deseo del saber también se denomina sublimación. Con tales actividades, el sujeto disminuye su angustia.
Según Lacan por ejemplo, “un alfarero hace una vasija con características esenciales que la distinguen así como una simple vasija, pero dicha vasija a su vez, está constituida bajo los significantes que el mismo alfarero le ha dado, por ello hay gran variedad de vasijas. La orientación misma del sujeto hacia ese objeto ese única e irrepetible” (3). La sublimación es utilizada en la medida en que cada persona quiere elevar esa visión o deseo, de mayor o menor intensidad.
Estoy de acuerdo en el punto de: todo está sujeto a evaluación para ser arte, está sometido a la evaluación crítica de artistas y espectadores expertos en la materia. A veces se dice arte a objetos en serie para fines comerciales y en mi punto de vista esto es un error, existe un pasado, antecesores que han evolucionado las técnicas artísticas de antes a las del mundo moderno.
Otro punto importante a resaltar es que el arte o creación artística en general se parece mucho a los sueños, parte realidad y parte fantasía. Cuando hablamos de psicoanálisis y arte, estamos hablando de disciplinas diferentes pero están íntimamente relacionadas. El estudio de la intervención del ser humano en cuanto al inconsciente está relacionado al arte. Freud admiraba no solo la pintura, sino también las obras literarias y mitológicas de donde surgió uno de los conceptos pilares del psicoanálisis: el Complejo de Edipo.
Freud definió al artista como aquel que encuentra el camino de regreso a la realidad y como aquel que posee la facultad de dar forma a un material hasta que se convierte en una copia fiel de la representación de su fantasía.
Sugirió que artistas y analistas estamos muy relacionados, pues ambos trabajamos sobre el mismo objeto, sólo que cada uno con un método diferente, el psicoanalista a través del análisis y el artista con su obra. “En psicoanálisis, es la transformación del fin de la pulsión sexual en no sexual que permite la derivación hacia objetos culturales socialmente valorados” (4)
Bibliografía:
(1) Rodriguez Ponte E. Ricardo..Apuntes para una teoría freudiana de la sublimación. Contexto en Psicoanálisis. Lazos 2004 p.20
(2) Rodriguez, p.29
(3) Lacan Jaques.El seminario. Los cuatro conceptos fundamentales del Psicoanálisis. Paidos, 1987 p.146
(4) Assoun P.L. El vocabulariode Freud. Nueva visión 2003 p.71
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