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Análisis de la película "El cisne negro" desde el enfoque psicoanalítico (Lacan).

Actualizado: 23 feb 2023

Por: Claudia Foster.


Es El Cisne Negro una película dirigida por Darren Aronofsky, thriller psicológico basado en el cuento de hadas-ballet alemán: El lago de los Cisnes escrito por Johann Karl Musaus y estrenado en 1877. Su música fue compuesta por Piotr Ilich Chaikovsky, la obra transcurre entre la lucha entre el bien y el mal, el amor y la magia. En la película, una misma bailarina debe interpretar dos personajes: El cisne blanco que simboliza la fragilidad y la inocencia y el cisne negro que representa lo sensual, lo oscuro. Nina, personaje principal realiza a la perfección la representación del cisne blanco pero por razones de su personalidad y como se ha conformado desde niña, no es capaz de emular del todo las características del cisne negro. Su actuación maquinal, incapaz de perderse a sí misma en el personaje del cisne negro y la fragilidad del Yo son los puntos centrales donde se desarrolla la historia.


1. Introducción:

La psicosis: “Es una perturbación primaria de la relación libidinal con la realidad lo que, según la teoría psicoanalítica, constituye un denominador común de las psicosis, siendo la mayoría de los síntomas manifiestos (especialmente de construcción delirante) tentativas secundarias de restauración del lazo objetal” (Laplanche, Pontalis, 2019, p. 382)


Hipótesis: Demostrar que la psicosis de Nina tiene su génesis en la anterioridad y la preeminencia de lo simbólico en su constitución del Yo, el cual no fue adecuadamente desarrollado así como la ausencia de la Metáfora Paterna necesaria durante el segundo tiempo del Edipo.

- Me basaré en autores como Sigmund Freud para dar explicación a la constitución del Yo en Nina (narcisismo primario) así como el Yo para Lacan: especular, paranoico y tiene función de desconocimiento.

- Hablaré sobre el Estadio del Espejo y sus características

- Sustentaré la ausencia de la Metáfora Paterna en Nina que surge en todo niño durante el segundo tiempo del Edipo así como la función de la madre de Nina y la función de la propia Nina.


2. Desarrollo:

Para Freud en “Introducción del Narcisismo“ (1914); el Yo tiene que ser desarrollado. Es decir para Freud existe un puente entre el autoerotismo y la libido objetal y es el narcisismo primario, en donde la libido está puesta en él mismo, no necesita de otro. El Yo es el primer objeto del sujeto (p.74). Para Lacan sí se requiere de otro para la constitución del Yo. En el caso de Nina podríamos apuntar a que desde la perspectiva Lacaniana no hubo otro que la sostuviera, no se constituyó una imagen a partir de la imagen del Otro. “Desde antes de su nacimiento, existe en todo niño una serie de constelaciones y circunstancias en las que el sujeto tendrá que encontrar un lugar “subjetivar” hacer suya su historia para poder ubicarse en ella, historia de sus padres, momento de la concepción, si fue esperado, leyendas familiares, deseos y temores, es decir hay una existencia desde antes de nacer” (Mariani, E.L. yo es otro).


Al parecer la madre de Nina había abandonado su carrera de bailarina al quedar embarazada de ella y esto se lo hace saber diciéndole: “No quiero que cometas el mismo error que yo”, haciéndole notar así que su nacimiento había sido un error en su vida.

Vemos en Nina una fragilidad del Yo muy evidente con las heridas que se provoca fuera de su propio control en la espalda o en las manos, como un intento de agresión hacia sí misma producto de la dependencia tan amenazante que le provoca su madre, le remite a un estado de desamparo y fragmentación inicial y por ello viene el síntoma. Nina desconoce en un inicio de la película el estado de dependencia y alienación extrema hacia su madre, todos sus síntomas incluida la bulimia son producto de dicho pegoteo con ella. Otro dato curioso de la agresión interna es como Nina quiere ocupar el lugar de Beth (bailarina talentosa a la que van a jubilar) robándole su labial y otras pertenencias (envidia).


Nina tiene reprimidas algunas funciones como ser más enfática, no poder decir que no, más cautivante, hablar más fuerte, el ser tan perfecta y lo proyecta en Lily (bailarina fuerte y sensual), es aquí donde se puede ver el carácter paranoico y ambivalente en Nina ya que dice que Lily le quiere robar su papel y quiere ser ella. Tiene a la vez un deseo de seducir a Tomás (el coach) pero argumenta que es Lily la que quiere seducirlo. En algún momento alucina que están teniendo Lily y Tomas relaciones sexuales cuando en el fondo es ella la que lo desea. Estos dos personajes Lily y Beth (las bailarinas) se le aparecen como perseguidoras durante toda la película pero por momentos es ella la que las persigue. A lo largo de toda la película Nina hace intentos por deshacerse de la madre para poder llegar a tener las cualidades del cisne negro (símbolo de la sexualidad y la pasión), pero la gran mayoría de las veces son intentos fallidos ya que no puede decirle que no a nada.


Es de destacar que en ningún momento en la película se habla de La ley de un padre. Desde Lacan: “durante el primer tiempo del Edipo que es el tiempo de la construcción de un cuerpo en lo imaginario (estadio del espejo), el niño tiene relación completa con la madre e intenta identificarse con el objeto del deseo de la madre. El niño busca ser el objeto de deseo de ella y entonces su deseo queda alienado al Deseo del Otro. El padre en este tiempo, es un abstracto” (Vega, p.7)


En Nina queda claro cómo queda atrapada en el primer tiempo del Edipo, la ley de la madre que en este tiempo es caprichosa e incontrolable ubicó a su hija en lugar de su falo imaginario pero no hubo paso a quien la frenara, es decir no hubo función paterna prohibitiva, ya que no se habla de ninguna figura paterna en la vida de Nina. La función de Nina fue siempre de súbdita hacia los deseos de su madre. Nunca se llegó a la función prohibitiva del segundo tiempo del Edipo, a pesar que durante toda la historia sus intentos por hacer ella misma ese corte fueron fallidos. Sus alucinaciones eran intentos de llegar a la realidad, pero nunca lo logró ya que estaba instaurada la psicosis desde años tempranos.


Hacia el final de la película, Nina para destruir al cisne blanco con el que estaba identificada tuvo que destruir su propio cuerpo (se clava un pedazo de vidrio en el estómago), ya que el cisne blanco no lo identificaba como instancia psíquica sino como su propio cuerpo en lo concreto, es decir una completa identificación con el lugar que le había dado la madre, no era un lugar símbólico sino físico y real. Aparentemente Nina encontró la libertad en su propia muerte. Así el suicidio como única salida muestra también un enorme empobrecimiento del Yo. Dice Freud en su obra “Duelo y Melancolía” (1917): Así, la investidura del amor del melancólico, en relación con su objeto ha experimentado un destino doble, en una parte ha regresado a la identificación, pero en otra bajo la influencia del conflicto de ambivalencia, fue trasladada hacia atrás, hacia la etapa del sadismo más próxima a ese conflicto. Solo ese sadismo nos revela la inclinación al suicidio por la cual la melancolía se vuelve tan interesante y peligrosa (p. 249). Nina había perdido a su madre desde pequeña, una madre ausente en lo simbólico que la llevó a suicidarse.


Bibliografía:

  • Freud, S (1917): “Duelo y Melancolía”. En trabajos sobre metapsicología. Obras Completas. Amorrortu Editores tomo X1V, 1989, p. 249

  • Freud, S (1914) “Introducción del Narcisismo”. En trabajos sobre Metapsicología Obras completas. Amorrortu Editores tomo X1V, 1989, p. 74

  • Laplanche,J. y Pontalis, JB (1968) “Psicosis”. En Diccionario de Psicoanálisis. Barcelona: Labor, 1987, p. 381-382

  • Mariani, E.L. (s/f). Notas sobre el estadío del espejo (inédito). Universidad Nacional de la Plata

  • Vega, M.P. (AÑO) El Complejo de Edipo. Dos modelos teóricos: Freud y Lacan






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